Este sábado pasado compré un kilo de mejillones en el mercado, para cocerlos. Pero cuando lo hice, será que el mes tiene erre, pero no salieron muy bonitos que digamos, más bien, escuchimizados. Con los que tenían mejor presencia hice esta receta de Karlos Arguiñano, los otros me los fui comiendo mientras cocinaba: mejillones en fritada.
Para empezar, limpié los mejillones de barbas y adherencias y los puse en una olla, con un vaso de vino blanco, el zumo de un limón y éste mismo, estrujado. Tapé y cocí hasta que se abrieron. Después les fui quitando una de las conchas y colocándo en el plato de servir.
Para la fritada, piqué muy finito, media cebolla, dos dientes de ajo, un tomate en daditos y un pimiento verde en tirillas finitas. Empecé a sofreír la cebolla y el ajo, salpimenté, después añadí el pimiento, a continuación, el tomate (también añadí un poco de salsa de tomate y una cucharadita de azúcar para restar acidez). Rehogué todo muy bien y cuando estuvo listo, añadí un vasito de brandy y flambeé (con el extractor apagado, por aquello de no quedarme sin pestañas).
Fuí cubriendo los mejilones con la fritada y ¡a comer!
Comentarios
Estos en fritada apetecen mucho...yo le añadiria a la fritada una guindilla...
BSS!
besos guapa
feliz semana
Mira que no los hago mucho, solo por la vaguería de no estar dando con el estropajo las conchas, pero me gustan mucho.
Te han quedado estupendos, me encantan con esa fritada.
besitos y feliz martes