Hoy os presento una ensalada de esas para las celebraciones especiales, contundente y exquisita. Esta vez, celebrábamos nuestro aniversario y qué entrante mejor que esta apetitosa ensalada donde uno de sus ingredientes principales es el queso D.O. del Cebreiro, que junto al queso de Arzúa-Ulloa, de Tetilla y San Simón de Costa forman el cuarteto perfecto para, sencillamente, disfrutar de un buen ágape.
El queso de O Cebreiro es un queso sin conservante ni aditivos, con forma de gorro, de sabor rústico, firme, mantecoso, perfecto para postres pero esta vez quise darle un matiz diferente, en salado y el resultado fue todo un éxito.
Los ingredientes que necesité fueron:
- Queso de O Cebreiro
- 1 paquete de Carpaccio
- una bolsa de ensalada de brotes tiernos
- tomates cherrys
- mermelada de tomate
- aceite de oliva
- tomillo y romero
- sal
- vinagre de Jerez
- pistachos
- regañás (pan para acompañar)
Primero confité los tomates cherrys: en un cazo con aceite de oliva, incorporé los cherrys lavados y secos, con un poco de tomillo y romero secos. Dejé cocer lentamente, a temperatura baja, para que se fueran confitando. Una vez listos, saqué y reservé al igual que el aceite del confitado.
Hasta aquí lo "más" complicado de la elaboración. A continuación, en un bol grande, aliñé la ensalada con aceite del confitado, vinagre de Jerez y sal. Dispuse sobre una fuente. Coloqué encima, por un lado, el Queso de O Cebreiro en rodajas, con un poco de mermelada de tomate por encima; por otro, los filetitos de Carpaccio, y por encima de todo, los cherrys confitados, un buen puñado de pistachos picados toscamente y las regañás. Y ya está, lista para disfrutar.
(Os dejó foto de las regañás, son panecillos finos similares a los picos, originarios de Alcalá de Guadaira, Sevilla, muy polulares en Sevilla, Córdoba, Cádiz y el resto de Andalucía. Las que llevan ajonjolí son puro vicio, se comen solas)
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