Tras casi dos meses y medio y a pesar del calor, actualizo con un verdadero capricho para el paladar, interpretación de una de mis incursiones en Pinterest, muy a mi gusto y con ganas de volver a repetir. Merece la pena.
Vamos a necesitar:
- un quesito camembert
- nueces
- nueces pecanas
- cacahuetes fritos con miel
- pistachos pelados
- miel de caña
El quesito que yo compré no venía en recipiente de madera, así que le quité el envoltorio de papel y lo coloqué dentro de una cazoleta de barro. Raspé un poco la corteza blanquecina, aunque ésta es comible. Dispuse por encima, en plan gula total, los frutos secos e introduje en el horno, precalentado a 200º hasta que el queso se derritió (unos 20 minutos, pero ya sabéis, cada horno es un mundo), Lo saqué del horno y vertí por encima la miel de caña. Lo coloqué en la mesa y duró lo que un caramelo en la puerta de un colegio. Las idas y venidas de la paleta iban a la velocidad del rayo.
Esta receta es muy versátil, se puede emplear otro tipo de queso, por ejemplo, brié, mermelada de frutos rojos, miel de abeja, ajo y hierbas aromàticas. En fin, el paraíso de los queseros. Os lo dejo a vuestra libre elección.
Comentarios