CAPRICHO #354: Dunkin donuts, o lo que lo mismo, donuts sin agujero



Porque puestos a elegir, mejor que haya a que falte, ¿no? Y si soy sincera, porque no encontré artilugio redondo del tamaño idóneo para hacer el hueco.

El caso es que este es mi tercer intento de hacer donuts (o dunkins) y, como se suele decir, a la tercera va la vencida. Sencillamente, hoy estoy feliz porque me han salido ¡uhmmmmmss, de rechupete! Lo peor va a ser resistirse a probar más de uno de una atacada, porque toda la casa huele deliciosamente, en fin, ¿qué le vamos a hacer?

¿Qué he necesitado?

• 450 grs. de harina

• 25 grs. de levadura fresca

• 60 grs. de azúcar glass y 1 cucharada de esencia de vainilla

• 140 ml. de leche

• 2 huevos (250 grs. al peso)

• 65 grs. de mantequilla a temperatura ambiente

• 5 grs. de sal

• Aceite de girasol para freír

• Azúcar normal para rebozar

¿Cómo los he hecho?

Mi madre, que es más apañá que las pesetas, viendo hace unos días la oferta de la batidora amasadora de Lidl, adelantó el regalo de mi santo, cosa que yo le agradezco un montonazo. Os pongo una foto del aparatejo en cuestión, que está superchulo.


Pues bien, en el recipiente incorporé la harina, el azúcar, los huevos, la mantequilla, la esencia de vainilla y la sal. La leche la calenté en el microondas hasta que estuvo tibia y disolví en ella la levadura, dejé reposar 5 minutos e incorporé también al recipiente. Trabajé todo con los ganchos de amasar hasta que se formó una bola lisa y trabajada. La volqué sobre la encimera enharinada y la seguí trabajando un poco a mano (reconozco que me gusta esta tarea). Estiré con el rodillo hasta dejarla con un grosor de 2 cms y procedí a cortar círculos con un aro de emplatar, que fui colocando sobre la bandeja del horno forrada con papel sulfurizado. Tapé con un paño limpio, introduje en el horno apagado y dejé que levara durante unas dos hora.

Pasado este tiempo, calenté el aceite de girasol en una cacerola a fuego medio-suave y fui friendo los dunkins hasta verlos doraditos, dándoles vueltas. Los saqué a una bandeja con papel absorbente para retirar el exceso de aceite y, todavía calentitos, los fui rebozando con azúcar normal. El resultado es el que veis, ojalá el ordenador pudiera también reproducir el olorcillo tan rico que tienen.

Comentarios

Cocina en familia ha dicho que…
Menuda pinta tan deliciosa, entran por el ojo solo de verlos :D
Tomo nota con tu permiso. Besos
Susana ha dicho que…
A la tercera va la vencida, porque a la vista estan de rechupete. Besos
VISCalacuina ha dicho que…
Te han quedado de maravilla!
JL Gupanla ha dicho que…
maravillosos-os....!!!!, me encantaría hacerlos, así que me apunto la receta...te han quedado perfectos (a la vista....), el sabor me lo imagino, si es como el olor de la cocina....!!!
Y mejor sin agujero, que desperdicio, no?
Bssss!!!
Eduardo ha dicho que…
Me encanta el cacharro ese!! parece un water ¿¿De verdad sirve para cocinar??
Te han quedado fantásticos, y que ricos que están, ahora a darle uso tú amasadora que van muy bien, por cierto la mia se me ha roto y este finde que tenia dos tartas me ha tocado batir a mano :-(
A ver si se me adelanta a mi también mi regalito jajajajajajjjaa
Ahhhhhh ahora no tienes excusa para hacer las pringas jajajjajaajaja
besoss guapaaa
feliz semanaaaaa
Bouganvilla ha dicho que…
Edu, je,je, sí que lo parece, sí, aunque claro, lo que entra por la boca sale por el....¡ejem! Es como las carreteras, una sola dirección, dos sentidos.

Mª José, ahora no habrá pringá ni isabela que se me resistan, ¡al ataque!