CAPRICHO #301: Empanada marinera



No sabría vivir lejos del mar. Aunque nací fuera de España, ya que mis padres formaron parte de los miles de emigrantes que salieron de nuestro país en los 60, gracias a Dios que decidieron volver a Málaga cuando yo sólo contaba con seis meses de vida. Así que me siento malagueña por los cuatro costados y el mar ha estado presente en mi vida desde muy chiquita.

La sensación de inmensidad que provoca estar ante él es directamente proporcional a la sensación de libertad y, al mismo tiempo, a la sensación de pequeñez que se siente.

Desde el punto de vista gastronómico, ¿qué decir? Almejas, coquinas, conchas finas, gambas, cangrejos,…, forman parte de mi mapa personal de recuerdos. Los manojitos de boquerones de mi madre son inimitables, y los espetos de sardinas, como aquí en ninguna parte. Al contrario que el resto de la gente, prefiero limpiar pescado a limpiar carne, y me gusta probar cosas nuevas. Así es como ha surgido hoy esta Empanada marinera, que ya sé que está muy vista, pero como es la primera vez que la he hecho, quiero mostrárosla y comentaros que he disfrutado como una enana a la hora del almuerzo.

El hojaldre me ha fallado un poquito, y eso que es el que siempre compro, pero últimamente parece que el fabricante ha variado algo en su elaboración y no sale tan bien. Tendré que cambiar de marca.

Pero bueno, al lío. Para esta empanada marinera he necesitado:

- Masa de hojaldre
- 1 cebolla
- Un buen puñado de gambas peladas
- 1 lata de mejillones al natural
- 1 lata de caballa en escabeche
- 1 huevo
- sal

He empezado estirando la masa y cortando dos rectángulos, uno más grande para la parte de abajo y otro más pequeño para la de arriba. Después, con un poco de aceite he sofrito la cebolla; una vez doradita he añadido las gambas. He sazonado. Podía haberle añadido unas cucharadas de salsa de tomate pero me gusta más sequita.

Una vez listo el sofrito, lo he repartido uniformemente sobre el rectángulo de hojaldre inferior. Encima he colocado los mejillones (que podrían haber sido naturales cocidos previamente) y la caballa troceadita. He tapado con el rectángulo superior, he pincelado los bordes para sellar la empanada, he cortado unos pececitos, un corazón y una especie de ola de hojaldre para adornar. Los que coloreado con un poco de colorante alimentario. He pincelado con huevo y al horno hasta que salió doradita.

La fotografía, ya veis, para echarle de comer aparte, con la cámara patatera que tengo he tenido que echar mano de photoshop un pelín, ahora, os aseguro que estaba deliciosa.

Comentarios

Esther ha dicho que…
Que rica esta empanada marinera...Y ademas con hojaldre me la apunto.
Esther ha dicho que…
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Dolores-MiGranDiversion ha dicho que…
Que juego y variedad nos da el hojaldre, muy rica!!. un besito
Inmaculada ha dicho que…
Estoy de acuerdo contigo, sin el mar no podria tampoco, y mira que ya sabes lo de mi alergia desde que subi al norte, pero aun asi yo esperando el veranito para bañarme en la playa.
La empanada fenomenal me encantan, y al final marinera como más te gustan. Besitos
JL Gupanla ha dicho que…
que ricaaa, me la imagino, con esos sabores marineros....porque la foto.... es verdad, upppsss!!
bsss