¡Feliz noche!




En esta noche tan especial me gustaría compartir con tod@s vosotr@s algo muy personal: la imagen que acompaña este post pertenece al Belén de mi casa. Desde que tengo uso de razón, estas figuritas me han acompañado cada navidad. Mi madre solía colocarlas bajo el árbol artificial que colocábamos en estas fiestas. La mula se perdió y mi madre hizo una de plastilina, confirmando que lo suyo no era el modelaje. Cuando fui un poquito más grande fui ampliando el número de personajes (conseguí una mula más decente) y mobiliario urbano. Cuando me casé me traje todo para mi casa y año tras año me ha seguido acompañando a mí y a los míos por estas fechas.

Mi Belén es un poco vintage, y en él no existen las escalas proporcionales, ¡las gallinas son más altas que la Virgen María!, pero me resulta imposible sustituirlas por otras nuevas, a pesar de la insistencia del resto de la familia y de que todo el que viene a verlo me pregunta que dónde está el misterio. Pero es que estas figuritas tan descoloridas y chiquitinas (el niño Jesús parece sacado de un tarro de colonia Nenuco, ¿os acordáis?) me hacen constatar que Dios siempre se hace presente de la manera más humilde, dándonos ejemplo de vida.

Con todo mi cariño, deseo que esta Noche no sea la única para vosotros, sino que todas la noches sean Nochebuena y todos los días, Navidad.

Comentarios

La cocina de Camilni ha dicho que…
Felices fiestas a ti también reina!!!!!