CAPRICHOS #183 Y #184 (CENA DE SAN VALENTÍN): Codornices con pétalos de rosas y crema de queso con fresas





























Con un día de retraso, por razones obvias, os presento la Cena especial San Valentín que preparé ayer noche. Estos dos caprichos tienen su historia, el plato principal porque mis amigas tuvieron su rato de cachondeo a costa de los “efectos afrodisíacos” del mismo (los que halláis visto la película “Como agua para chocolate” o leído la novela homónima de Laura Esquivel lo comprenderéis), y el postre porque fue un cúmulo de despropósitos que logré salvar a última hora.


Así que tras una ensaladita fresca como entrante, vinieron unas codornices con pétalos de rosa y una crema de queso con fresas (¡me cachis, ahora me he acordado de la botellita de cava que tenemos en el frigo!).


La receta de las codornices me la bajé de internet, porque la que viene en el libro tiene ingredientes difíciles de encontrar por aquí. Así que la elaboré de la siguiente forma:
Para empezar, limpié, enjuagué y sequé bien dos codornices. A continuación las restregué con media naranja, salé y pimenté.


En la picadora, trituré 1 cucharada de anises, 2 cucharadas de pistachos, 2 de almendras fritas y los pétalos de una rosa (ojo, reservar algunos para la presentación y enjuagar y secar el resto). Una vez picado, añadí 2 cucharadas de miel, mezclé bien y reservé.


En una sartén amplia, añadí aceite de oliva (la receta original pone de sésamo pero a falta de pan…) y doré dos dientes de ajo a los que previamente les había quitado el germen y laminado. Cuando los ajos estaban doraditos, añadí una buena cucharada de mantequilla e incorporé las codornices. Sofreí bien, hasta que estuvieron doraditas (hay que freírlas bien, por eso las puse abiertas, aunque el plato hubiera quedado más bonito si hubieran estado cerradas). Después añadí el picado de frutos y miel y removí bien las codornices para que se impregnaran del sabor. Añadí 1 vasito de agua y dejé cocer a fuego suave unos 10 minutos. Ya sólo quedó presentar en el plato, con unos pétalos de rosa y la salsita que está deliciosa para mojar pan.


Y ahora pasamos al postre, objeto de mi desdicha: resulta que quise hacer la tarta Red Velvet de Susana, del blog Cocinar para dos (visitadla y veréis lo bonito que le salió). Para empezar el bizcocho no me salió rojo, sino rosa y encima subió tan poco, que no pude sacar pisos. Para colmo la cobertura no me salió espesa, así que pensé “ahora, ¿qué hago?” y me acordé de las fresas que tenía en la nevera, así que las saqué, enjuagué y piqué, rellené unos vasitos con ellas y con la crema, y ¡problema resuelto! El bizcocho nos lo estamos comiendo porque bueno salió, pero feo un rato largo.


La crema llevaba estos ingredientes: 1 brick pequeño de nata montada, 300 grs. de queso tipo philadelphia (la receta de Susana ponía 200 grs., los 100 de más fueron mi intento de que aquello cogiera consistencia) y 100 grs. de azúcar glass. Lo batí todo muy bien y la verdad que estaba un montón de deliciosa, con el contrapunto ácido de las fresas.

Comentarios

Sofritos y Refritos ha dicho que…
Menuda cena mas guay! me encanta lo de las codornices con pétalos de rosa, lo leí en la novela y lo vi en la película y la verdad es que sólo el nombre me gustaba!, yo no celebro San Valentín, pero todos los fines de semana hago una comida como si celebrara algo...! así es que me apunto la receta que tienen que estar deliciosas!
Besos y feliz día post-San Valentín!
Nasy.
Curra ha dicho que…
qué rica cena niña.
besotes
garlutti ha dicho que…
Felicidades por el aniversario del blog ...y los caprichos de San Valentin ...una delicia .Besos
Rincón de Marus ha dicho que…
Seguro que la cena fue muy aplaudida. Buen día