Algo divertido de comer: Piruletas de langostinos y queso: cogemos langostinos crudos y los pelamos. Los pinchamos individualmente en una brochetita de madera. A continuación, colocamos estos pinchos sobre obleas de empanadilla y les untamos crema de queso tipo Philadelphia. Cerramos las piruletas y freímos en abundante aceite caliente (previamente podemos macerar los langostinos pelados según nuestro gusto: con ajitos, en coñac,...; también podemos usar crema de queso de sabores: a las finas hierbas, de salmón,...). Una vez doraditas, las sacamos sobre un plato con papel absorvente de cocina para eliminar el exceso de aceite y para que se enfríe la brocheta de madera si ha estado sumergida en la sartén.
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