CAPRICHO #453 Revuelto de morcilla de Guadalupe con manzana en tres texturas





Este Puente de los Santos hemos tenido el privilegio de viajar por tierras extremeñas y ha sido un auténtico placer. Santa Cruz de la Sierra, Trujillo, Mérida, Cáceres y Guadalupe han dejado huella en nosotros, tanto desde el punto de vista cultural como gastronómico. El buen yantar es propio por estos lares y la vuelta a casa ha venido repleta de apetitosas viandas como souvenirs. Una de ellas es la Morcilla de Guadalupe, que para mi sorpresa, la venden sin cocer y entre los ingredientes del relleno se encuentra el repollo. Buscando en la red como prepararla me encontré con esta receta que ha sido un verdadero "caprice des Dieux".


Para dos revueltos, cada uno para dos personas (éramos 4), vamos a necesitar los siguientes ingredientes:




Empezamos cociendo en agua hirviendo la morcilla unos 15 minutos aprox., pinchándola previamente por varios sitios para que no reviente durante la cocción. Sacamos y dejamos enfriar.

Cortamos la cebolla en juliana y rehogamos en una sartén con aceite de oliva virgen extra, a fuego lento. Una vez bien pochadita añadimos 4 c.p. de azúcar y dejamos que caramelice. Retiramos y escurrimos el aceite. Reservamos.

Pelamos y cortamos una manzana en daditos, incorporamos a una sartén o cazo con unas 4 c.p. de azúcar y cubrimos de agua. Ponemos a hervir hasta que la manzana se ponga tierna y se reduzca el agua un poco más de la mitad. Apartamos y trituramos, ya tenemos nuestra primera textura de manzana: en compota.

Pelamos y cortamos en daditos la patata y freímos en una sartén con aceite de oliva y girasol, a fuego suave, para que confiten. Añadimos sal y dejamos que se hagan. Una vez listas, escurrimos sobre papel absorvente y reservamos.

Pelamos y cortamos media manzana en gajos. En un bol añadimos medio vaso de cerveza muy fría, un chorrito de licor de manzana, una pizca de sal y vamos añadiendo harina hasta obtener una mezcla líquida pero espesita. En un cazito con aceite de girasol bien caliente, vamos dorando los gajos de manzana, previamente bañados en la tempura y escurridos. Una vez dorados, escurrimos en papel absorvente y reservamos. Ya tenemos nuestra segunda textura manzanil: en tempura.

En una sartén con un poco de aceite de oliva, incorporamos la morcilla desmenuzada y sin piel y la rehogamos. Añadimos los dados de patata confitada, la cebolla caramelizada y 3 huevos y ligamos hasta que cuaje el revuelto.

Vamos a presentar el plato: colocamos un poco de compota de manzana, un poco de mermelada de frutos del bosque un pelín diluída en agua. Con el aro de emplatar, colocamos el revuelto. Adornamos con unas tiras de manzana fresca (la tercera textura) y los buñuelos en tempura. Rematamos con unas almendras fritas troceadas a cuchillo toscamente.

¡Listo! Os aseguro que es muy fácil y rápido de hacer, nada complicado, teniendo todos los ingredientes preparados. 

Monasterio de Guadalupe (Cáceres)



Comentarios

hola Lupe que caprichito mas bueno, son de los que me gustan jajajjaaj , debe de ser porque son de buen comer y con buen gusto jajaajajaj
te ha quedado de relujo.
la fotito del monasterio muy chula, nunca he ido.
besossssss
feliz semana
Bouganvilla ha dicho que…
Hola, preciosa! De verdad que está delicioso y el viaje ha sido precioso y muy necesario