Así que, sin más prologómenos, copio y pego cual adolescente en un trabajo de Sociales:
PIMIENTOS DEL PIQUILLO RELLENOS DE PERDIZ Y CIRUELAS NEGRAS
¡¿Cómo andan esos cuerpos?! ¡¿Cómo habéis amanecido?! Espero que bien, y que no andéis muy resacosos. Ya nos queda menos, en seis diítas, vuelta a la rutina. Pero bueno, lo importante es haber entrado el año con buen pie y excelentes propósitos, aunque sean de enmienda.
Anoche lo pasamos fenomenal, fuimos once para cenar y nos dieron, entre unas cosas y otras, las cinco de la mañana. Hoy andamos un poco zombies, en el desayuno sólo ha podido entrar un café calentito y por el momento no hay ganas de pensar en que vamos a comer al mediodía.
Pero si me gustaría mostraros dos cositas de las que preparé, que gustaron mucho y que desaparecieron en un plis, la primera es una de pimientos del piquillo rellenos de perdiz y ciruelas negras.
Quería hacer unos pimientos rellenos pero quería hacer algo distinto a lo de siempre y me acordé de que tenía un recorte de revista con diferentes tipos de relleno para los pimientos, así que lo saqué y vi éste que nunca lo había hecho, además de que tenía en el congelador una perdiz que no sabía cómo cocinar, por lo que me puse manos a la obra:
En una cazuela introduje la perdiz limpia y entera, 4 dientes de ajo enteros, 1 cebolla grande cortada en 4 trozos, 2 zanahorias peladas y a trozos, 2 clavos, 3 pimientas negras, 1 hoja de laurel, 1 vaso de aceite, ½ vaso de vinagre, 2 vasos de agua y sal. Puse a cocer a fuego medio hasta que la perdiz estuvo tierna. Saqué la perdiz, y una vez fría, la deshuesé y piqué muy chiquitita. Reservé el caldo de cocción con las verduras.
Previamente había tenido remojadas en brandy unas 12 ciruelas negras, piqué 6 muy chiquitito y se las añadí a la carne de perdiz. Batí 2 huevos, les añadí la perdiz y las ciruelas e hice un revuelto semicuajado. Ya tenía el relleno de los pimientos.
Anoche lo pasamos fenomenal, fuimos once para cenar y nos dieron, entre unas cosas y otras, las cinco de la mañana. Hoy andamos un poco zombies, en el desayuno sólo ha podido entrar un café calentito y por el momento no hay ganas de pensar en que vamos a comer al mediodía.
Pero si me gustaría mostraros dos cositas de las que preparé, que gustaron mucho y que desaparecieron en un plis, la primera es una de pimientos del piquillo rellenos de perdiz y ciruelas negras.
Quería hacer unos pimientos rellenos pero quería hacer algo distinto a lo de siempre y me acordé de que tenía un recorte de revista con diferentes tipos de relleno para los pimientos, así que lo saqué y vi éste que nunca lo había hecho, además de que tenía en el congelador una perdiz que no sabía cómo cocinar, por lo que me puse manos a la obra:
En una cazuela introduje la perdiz limpia y entera, 4 dientes de ajo enteros, 1 cebolla grande cortada en 4 trozos, 2 zanahorias peladas y a trozos, 2 clavos, 3 pimientas negras, 1 hoja de laurel, 1 vaso de aceite, ½ vaso de vinagre, 2 vasos de agua y sal. Puse a cocer a fuego medio hasta que la perdiz estuvo tierna. Saqué la perdiz, y una vez fría, la deshuesé y piqué muy chiquitita. Reservé el caldo de cocción con las verduras.
Previamente había tenido remojadas en brandy unas 12 ciruelas negras, piqué 6 muy chiquitito y se las añadí a la carne de perdiz. Batí 2 huevos, les añadí la perdiz y las ciruelas e hice un revuelto semicuajado. Ya tenía el relleno de los pimientos.
Rellené unos 12 pimientos y los fui colocando en una cazuela evitando que se montaran unos sobre otros, añadí 6 cebollitas francesas partidas a cuartos y el resto de las ciruelas remojadas y deshuesadas.
Pasé por la batidora el caldo de estofar que tenía reservado, le añadí el brandy del remojo y lo colé con un colador de trama fina sobre los pimientos, añadí 1 cm. de canela en rama y una onza de chocolate rallada. Rectifiqué de sal y calenté a fuego suave, removiendo a menudo, para que no se pegara la salsa hasta que las cebollitas estuvieron tiernas.
El sabor es sorprendente, rico de verdad, y además se puede jugar con las cantidades, a mí me gusta fuertecito, pero se le puede poner menos vinagre, o sustituir la perdiz por codornices.
Pasé por la batidora el caldo de estofar que tenía reservado, le añadí el brandy del remojo y lo colé con un colador de trama fina sobre los pimientos, añadí 1 cm. de canela en rama y una onza de chocolate rallada. Rectifiqué de sal y calenté a fuego suave, removiendo a menudo, para que no se pegara la salsa hasta que las cebollitas estuvieron tiernas.
El sabor es sorprendente, rico de verdad, y además se puede jugar con las cantidades, a mí me gusta fuertecito, pero se le puede poner menos vinagre, o sustituir la perdiz por codornices.
Comentarios
Un besito
Un besito
No te deseo suerte por que no lo necesita con este peazo receta, si yo fuese la jurado..., te llevarias el premio,pero de calle.
Millones de besotes y, espero que esas clases vayan viento en popa.
Mucha suerte en el concurso, esta receta es una maravilla!!!!, a mi tambien me gustan los sabores fuertes, y este plato desde luego que es para plagiartelo, je, je....
Muchos besos!!